La recesión económica en Argentina no para y continúa su acelerado curso, impactando de manera brutal en las pequeñas y medianas empresas (Pymes). Según datos recientes, la facturación de estas empresas sufrieron una salvaje caída del 22,1% durante el primer trimestre del año, como resultado de las medidas económicas implementadas por el presidente Javier Milei.
Las ventas minoristas de las Pymes han sido especialmente afectadas, registrando una disminución del 12,6% en el pasado mes de marzo en comparación con el mismo período del año anterior, a precios constantes. Esta tendencia a la baja se ha mantenido en lo que va del año, acumulando una caída del 22,1% en el primer trimestre, y presentando una disminución del 3,2% respecto al mes de febrero.
Estos preocupantes datos emergen de un informe reciente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), basado en un relevamiento mensual realizado entre 1.350 comercios minoristas del país durante los primeros días de abril.
Según explican desde la entidad, los comercios están atravesando un período delicado, marcado por escasas ventas y aumentos en los costos operativos. Específicamente en marzo, se observó un notable incremento en los montos de los servicios públicos, lo que ha afectado especialmente a aquellos locales con un alto consumo energético, como los dedicados a alimentos y bebidas. Además, las familias han adoptado una actitud de cautela en sus gastos, incluso ante opciones de pago con tarjetas o en cuotas, reflejando la incertidumbre sobre la duración de la recesión y la necesidad de precaución al realizar compras.
De los siete rubros evaluados, seis han experimentado descensos en sus ventas en comparación con el mismo período del año anterior. Solo el sector de textiles e indumentaria ha logrado un incremento del 10,2%, impulsado en parte por fuertes liquidaciones.
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