La Municipalidad de Río Gallegos anunció la apertura de un nuevo espacio del Mercado del Atlántico en Caleta Olivia, con más de 50 productores locales.
Río Gallegos apuesta a una economía regional con rostro humano. En ese camino, el Mercado del Atlántico sigue ampliando su alcance y suma una nueva sede en Caleta Olivia, donde más de 50 emprendedores locales ofrecerán sus productos en un espacio especialmente destinado a fomentar la comercialización directa y el desarrollo productivo patagónico.
La nueva sede funcionará en la Casa de Río Gallegos, dependiente de la Secretaría de Turismo, y será gestionada por la Secretaría de Producción, Comercio e Industria del municipio capitalino. Este nodo se incorpora a un circuito en expansión que busca articular producción, identidad local y desarrollo económico en toda la región.
Integración productiva y acompañamiento técnico
La secretaria de Producción, Moira Lanesan Sancho, recorrió emprendimientos de Caleta Olivia junto al concejal Carlos Aparicio, en una agenda que apuntó a fortalecer los lazos institucionales y planificar la puesta en marcha del nuevo mercado.
“El objetivo es construir un espacio que le dé visibilidad a la producción local, que potencie las ventas y que integre a los municipios a través de la economía real, la de todos los días”, afirmó Lanesan Sancho.
Este modelo de mercado—que ya funciona en Río Gallegos—no se limita a ofrecer góndolas de venta, sino que incluye formación, asesoramiento técnico y redes de colaboración con universidades y centros de oficios.
En la capital santacruceña, por ejemplo, se trabaja en conjunto con la Escuela Universitaria de Oficios y Emprendimientos, una iniciativa que forma y capacita a emprendedores con herramientas concretas de gestión, comercialización y diseño de productos.
Una red patagónica en construcción
El proyecto contempla futuras aperturas en Comodoro Rivadavia, Río Grande y Río Turbio, consolidando una red regional de mercados que impulse a pequeños y medianos productores a insertarse en circuitos sostenibles de venta, con identidad y escala local.
El Mercado del Atlántico se presenta, así, como una estrategia para federalizar la economía desde abajo, articulando actores públicos y privados, producción y consumo, comercio y cultura.
En tiempos donde las políticas nacionales se desentienden del interior profundo, desde los municipios se gesta otra forma de hacer economía: con protagonismo comunitario, integración territorial y autonomía productiva.
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