El consumo de carne vacuna en la Argentina atraviesa su peor momento en casi tres décadas. Según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), el promedio de ingesta per cápita anual cayó a 47,2 kilos, lo que representa una reducción del 11,2% respecto al mismo período de 2023.
Para encontrar un nivel tan bajo, hay que retroceder hasta 1996.
La crisis económica y la pérdida de poder adquisitivo sigue golpeando a la mesa de los argentinos.Hoy "Con lo que cuesta un kilo de carne vacuna hoy, se pueden comprar tres kilos de pollo o dos kilos y medio de cerdo. La gente elige lo que el bolsillo permite", explicó Miguel Schiariti, presidente de Ciccra. Además, señaló que la carne vacuna es actualmente la proteína animal con el menor incremento de precio interanual: 149%, frente a un 176% en el caso del pollo y 173% en el cerdo.
La inflación y su impacto en el consumo
Si bien los cortes de carne vacuna subieron solo un 33% entre enero y octubre de 2024, muy por debajo del índice general de inflación, la caída en el consumo muestra que el impacto en los hogares argentinos va más allá de los precios. Schiariti destacó que la incidencia de las tarifas de servicios públicos en los ingresos de las familias pasó del 2% al 4,5% en los últimos años, reduciendo aún más la capacidad de compra de los consumidores.
En contraste, la exportación de carne vacuna alcanzó cifras récord. En los primeros nueve meses del año, se exportaron 471.900 toneladas peso producto, un 12,1% más que en 2023, según Ciccra. A pesar de una caída del 7,6% en el precio promedio por tonelada, las mayores ventas al exterior generaron ingresos por 2075,3 millones de dólares, un 3,6% más que el año anterior.
¿Qué se espera para el mercado interno?
Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya), anticipó que el precio de la carne vacuna podría registrar un leve aumento hacia fin de año, aunque sin un salto significativo. "El bolsillo argentino se está acomodando de a poco, pero no lo suficiente como para un repunte en el consumo", señaló.
Desde Ciccra estiman que los incrementos más marcados en los valores de la carne podrían darse recién en el primer trimestre de 2025, cuando se espera una leve mejora en los ingresos gracias a las paritarias y una mayor actividad económica.
Exportaciones: un respiro para la industria
Mientras el consumo interno sigue en picada, las exportaciones se consolidan como el principal motor de la industria cárnica. China, que representa una porción importante de las ventas al exterior, redujo el precio promedio pagado por la carne argentina en un 13,6%, pero la mayor cantidad exportada compensó parcialmente esta baja.
En este contexto, la carne congelada sigue liderando el ranking de productos exportados, representando el 67,9% de los ingresos totales, seguida por los cortes enfriados (31,7%) y las carnes procesadas (0,4%).
La situación parece no tener indicios de que pueda cambiar lo cual abre una interrogante y es si los argentinos están dispuestos a dejar de consumir uno de los alimentos de mayor producción en el país y deja atrás los tradicionales platos argentinos el las mesas de todas las familias.
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