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Interés General

Este miércoles a las 11 horas, la Cámara de Diputados de la Nación se prepara para una sesión crucial que definirá el futuro de la Ley de Financiamiento Universitario, recientemente vetada por el presidente Javier Milei.

La expectativa es alta, ya que el resultado podría tener importantes repercusiones en el ámbito educativo y en el apoyo a la universidad pública, una de las instituciones más valoradas por la sociedad argentina.

La decisión de los legisladores, ya sea votando a favor o en contra del veto, e incluso su posible ausencia, será determinante. Los números en Diputados revelan una situación compleja: con 79 votos a favor del veto y 161 por la insistencia en la ley, la diferencia parece considerable. Sin embargo, hay 13 diputados cuya postura sigue siendo incierta, lo que genera incertidumbre en todos los bloques.

La necesidad de contar con al menos 86 votos en contra del veto en caso de asistencia perfecta añade presión al oficialismo. La atención está puesta en legisladores clave, como los tres misioneros de Passalacqua, los tres tucumanos de Jaldo y los dos sanjuaninos de Orrego. El oficialismo mantiene la esperanza gracias a antecedentes recientes, como la ley que recomponía jubilaciones y que fue vetada con el apoyo de "87 héroes".

No obstante, el contexto actual es diferente, y la decisión sobre el financiamiento universitario podría generar un fuerte descontento social. El ministro de Economía, Luis Caputo, ya ha anticipado que, si el Congreso insiste en ratificar la ley, el gobierno podría apelar a la Justicia, lo que podría desencadenar una nueva crisis institucional.

Mientras tanto, los grupos a favor del veto, que suman un total de 80 votos, intentan consolidar su posición, aunque saben que las ausencias y las indecisiones juegan un rol fundamental en el desenlace. Especial atención recibe el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, quien ha manifestado que "no hay duda de que hay que asignarle presupuesto" a las universidades, sugiriendo que podría apoyar la insistencia en la ley.

Los nombres clave en la votación

Dentro de la bancada opositora, la bajada de línea del macrismo sugiere que gran parte de su bloque podría alinearse con el oficialismo, aunque las ausencias de legisladores jugarán un papel determinante. En la sesión del veto a jubilados, cuatro miembros del PRO se ausentaron, lo que llevó a una votación más favorable para la oposición. Esta vez, el gobierno no podrá contar con esa misma ventaja, ya que el jefe del bloque peronista, Germán Martínez, ha prometido una asistencia rigurosa de sus 99 diputados.

El apoyo de Cristian Ritondo y su bancada resulta esencial para el oficialismo, pero podría ser insuficiente por sí solo. Legisladores como Alejandro Finocchiaro, exministro de Educación, podrían no apoyar el veto. Asimismo, los radicales Luis Picat y Mariano Campero podrían inclinarse a votar a favor del veto, aunque su decisión sigue siendo incierta.

La situación de algunos aliados también se complica: Lourdes Arrieta ha insinuado que podría abstenerse, mientras que Oscar Zago, jefe del MID, no estará presente debido a un viaje programado. Los votos de las diputadas de Producción y Trabajo, Nancy Picón Martínez y María de los Ángeles Moreno, también están en duda. Ambas fueron parte de los "87 héroes" que celebraron el veto a la mejora jubilatoria, pero sus ausencias en el debate sobre financiamiento universitario dejan al oficialismo en una posición incómoda.

Con un escenario tan volátil y la votación final posiblemente decidiéndose por márgenes estrechos, la atención está puesta en el recinto. La incertidumbre sobre cómo se resolverá este debate es palpable, y tanto el oficialismo como la oposición saben que cada voto cuenta. El veto podría definirse por un solo voto.

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