El Gobierno eliminó la exclusividad de la tarjeta SUBE como único medio de pago para el transporte público, permitiendo desde ahora la utilización de distintos medios electrónicos para abonar los pasajes. Esta medida fue oficializada mediante el Decreto 698/2024, publicado en el Boletín Oficial este martes.
La nueva normativa expande el “sistema de percepción de tarifas” establecido originalmente por el Decreto N° 84 del 4 de febrero de 2009, permitiendo la interoperabilidad entre distintos medios de pago electrónicos. Esta interoperabilidad se refiere a la capacidad de aceptar cualquier medio de pago sin contacto, incluyendo tarjetas de débito y crédito, billeteras virtuales, y aplicaciones bancarias.
El Ejecutivo ha justificado esta decisión señalando que la aparición de nuevos medios de pago vinculados a dispositivos móviles y otras modalidades ha hecho necesaria la diversificación de opciones para los usuarios del transporte público urbano y suburbano. Con esto, se busca promover la competencia entre proveedores de servicios de pago, fomentar la innovación y mejorar la experiencia de los usuarios.
La medida fue adoptada tras diversas mesas de trabajo entre la Secretaría de Transporte, el Banco Nación, el Banco Central, Nación Servicios y representantes de los principales proveedores de medios de pago electrónicos. Además, se acordó que el Banco de la Nación Argentina será el responsable del procesamiento de todas las transacciones y de la administración del equipamiento necesario.
Desde la Secretaría de Transporte aclararon que la tarjeta SUBE continuará operando normalmente y será una opción más para los pasajeros. Además, se subrayó que la implementación de estos nuevos medios de pago no implicará gastos extraordinarios para el Estado, ya que el financiamiento será asumido por el sector privado.
Con el objetivo de modernizar el sistema de acceso al transporte público, similar a lo que ocurre en otras ciudades del mundo, en los próximos meses se habilitará el uso de estas nuevas tecnologías. En septiembre u octubre se lanzará una prueba en colectivos de dos localidades del interior del país, y entre octubre y noviembre, se adaptarán los molinetes del tren Urquiza y los subtes de la Ciudad de Buenos Aires.
La implementación completa en los trenes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se estima para fines de año, mientras que en los colectivos de todo el país, que ya cuenten con el sistema SUBE, se realizará de manera gradual a partir de 2025, afectando a aproximadamente 30.000 unidades que necesitarán ser actualizadas.
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