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Lun, Dic

Ciencia y Tecnología

El cuerpo humano anticipa el despertar gracias a un mecanismo interno preciso. Descubrí cómo funciona y cómo podés regularlo.

El cuerpo humano tiene un sistema de sincronización natural que regula el sueño y la vigilia. Conocé cómo funciona, por qué podés despertarte antes del despertador y cómo alinear tu ritmo interno para descansar mejor.

¿Te pasó alguna vez de abrir los ojos justo antes de que suene la alarma? Aunque parezca coincidencia, no lo es. Es tu reloj biológico haciendo su trabajo. Este mecanismo interno, alineado con el ritmo circadiano, coordina los horarios en que tu cuerpo duerme, se despierta, come o se siente alerta.

El “reloj maestro” se encuentra en una zona del cerebro llamada núcleo supraquiasmático. Desde ahí regula la temperatura corporal, las hormonas y otras funciones que influyen en cuándo sentimos sueño o energía. Este reloj se ajusta de manera natural, pero también responde a señales externas como la luz del día, la actividad física o las rutinas diarias.

El rol del cortisol en tu despertar

Uno de los mecanismos más precisos que usa el cuerpo para despertarte es la llamada respuesta de cortisol al despertar. El cortisol, conocido como la hormona del estrés, también cumple funciones esenciales en la regulación energética del cuerpo.

Cuando tu reloj biológico está bien entrenado, comienza a prepararte para el día antes de que suene la alarma: baja la melatonina (hormona del sueño), sube la temperatura corporal y se eleva el cortisol, generando una especie de “llamada de atención hormonal”.

¿Despertás solo o estás durmiendo mal?

Si te levantás sin necesidad de alarma y te sentís descansado, tu reloj biológico está sincronizado. Pero si te despertás antes del despertador y estás aturdido o ansioso, puede tratarse de un mal descanso, estrés o hábitos irregulares.

El secreto está en la constancia: tener horarios fijos para dormir y levantarse, aún los fines de semana, ayuda a entrenar al cuerpo para que anticipe cuándo debe iniciar el día. En cambio, un sueño desordenado interrumpe esta programación, provocando despertares bruscos, falta de energía y problemas de concentración.

Claves para despertar sin alarma (y con energía)

  • Dormí entre 7 y 8 horas todos los días, con horarios regulares.
  • Evitá cafeína, alcohol o comidas pesadas antes de dormir.
  • Creá un ambiente propicio para el descanso: oscuro, fresco y sin pantallas.
  • Exponete a la luz solar natural a la mañana: ayuda a regular tu reloj interno.

¿Por qué cuesta tanto desconectarse?

El estrés y la ansiedad elevan el cortisol fuera de horario, interrumpiendo el sueño. También pueden anticiparse a eventos importantes y mantener la mente activa durante la noche, impidiendo un descanso profundo.

Antes, la gente dormía guiada por la salida y puesta del sol. Hoy, entre agendas exigentes, pantallas y ansiedad, el cuerpo perdió esa brújula natural. Pero con hábitos adecuados, es posible reentrenar al cuerpo para que despierte solo y descansado, sin necesidad de despertadores agresivos.

FUENTE: The Conversation

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