El gobierno de Javier Milei, a través de la Resolución 10/2025 publicada por la Jefatura de Gabinetes de Ministros y firmada por Guillermo Francos, generó una nueva ola de críticas al sistema de ajuste económico aplicado en el país.
En esta oportunidad, el blanco parece ser el sector científicotecnológico, que enfrenta un desmantelamiento sistemático de los programas que alguna vez fueron el orgullo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCYT).
La medida contempla un análisis exhaustivo de los programas vigentes, con el objetivo de identificar cuáles se alinean al nuevo Plan Estratégico 20242025 y cuáles no. Entre las disposiciones más polémicas, se incluye la devolución de fondos no ejecutados, el cierre de proyectos y la rescisión de convenios que no encuadren en los objetivos del plan, junto con acciones legales contra iniciativas que no cumplan con los parámetros definidos.
Los programas afectados: una lista preocupante
Según detalla la Mesa Federal por la Ciencia y la Tecnología, los principales afectados son proyectos que han sido fundamentales para el desarrollo del sector en los últimos años. Entre ellos:
- "Construir Ciencia" y "Equipar Ciencia", destinados a fortalecer la infraestructura y equipamiento científico.
- "Impactar", diseñado para responder a demandas locales en municipios de todo el país.
- "RAÍCES", programa emblemático que fomenta la repatriación de científicos argentinos que trabajan en el exterior.
- "Poblar", que actúa como un repositorio de datos genéticos aplicados a la salud y otras áreas.
- Apoyo a Redes CyT de Alto Impacto, destinado a vincular actores clave en temáticas estratégicas.
- El Fortalecimiento de Recursos Humanos, que facilitaba la incorporación de doctores en instituciones descentralizadas.
El trasfondo ideológico del ajuste
Para muchos, la implementación de esta medida no responde únicamente a razones presupuestarias, sino que se inscribe dentro de una agenda más amplia de desarticulación del Estado. Tal como expresó la Mesa Federal, "la eliminación de estos programas no solo compromete la soberanía científica, sino que también limita las posibilidades de desarrollo con valor agregado en el país".
El gobierno justifica las decisiones bajo la lógica de un necesario ajuste fiscal, argumentando que los fondos destinados a estos programas no eran sostenibles en el contexto actual. Sin embargo, críticos del modelo económico de Milei señalan que las prioridades están mal orientadas y que el recorte a sectores estratégicos, como la ciencia, representa un golpe directo al desarrollo a largo plazo.
Un país sin ciencia, ¿un futuro sin progreso?
La ciencia y la tecnología son pilares fundamentales para cualquier nación que aspire a un desarrollo sostenible y autónomo. Desde la implementación del programa RAÍCES, más de 1.500 científicos habían regresado al país, fortaleciendo áreas clave como biotecnología, inteligencia artificial y energías renovables.
La desarticulación de estos programas no solo desmotiva a las futuras generaciones de investigadores, sino que además condena al país a una dependencia tecnológica externa que podría haberse evitado.
En palabras de un referente científico, “este ajuste no tiene justificación técnica ni económica; es ideológico y tiene como único fin desmantelar el Estado”.
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