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Dom, Dic

Nacional

YPF volvió a subir ayer el precio de los combustibles, quince días después de la última corrección. Esta vez el aumento fue del 0,8% en naftas y del 0,9% en gasoil. En el interior la situación es distinta porque el 9 de este mes, cuatro días después del aumento del domingo 5, la petrolera estatal ajustó los precios alrededor de un 2% por lo menos en Córdoba, Santa Fe, Neuquén y Salta.

En el caso del aumento de ayer, YPF dejó trascender que obedeció al alza de hasta el 5,7% en el precio de los biocombustibles que dispuso el gobierno la semana pasada pero con vigencia al 1 del mes. Pero como el ajuste en el etanol y el biodiésel se aplica casi puntualmente todos los meses, es difícil presumir que la petrolera fuera tomada por sorpresa.

Por lo que se sabe, lo que la dirección de YPF pretende es un cambio en la política de precios de la empresa, de modo de ir aplicando modificaciones por lugar cuando lo considera necesario y las condiciones del mercado se lo permitan. Esta estrategia apunta además a que los aumentos en los combustibles dejen de ser noticia y suceda como en otros países, donde hay variaciones hasta en un mismo día.

El objetivo no es fácil de alcanzar en una economía con alta inflación donde cualquier movimiento de los valores en los combustibles incide en el costo del transporte de todos los productos, y es además un parámetro a seguir por otros formadores de precios.

El mercado argentino está además repartido entre muy pocos actores, e YPF tiene un rol fuertemente dominante con el 55% de las ventas, de modo que sus decisiones de precios anteceden por lo general a los de sus competidoras.

También es cierto que YPF acota los aumentos por razones políticas y porque teme una reacción adversa de la demanda. Un dato a considerar es que entre el aumento del 5 de este mes y hoy, el valor del dólar se encareció un 8,7%.