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Mar, Mar

Nacional

El Gobierno de Javier Milei sufrió un fuerte revés en su intento por instalar a Ariel Lijo en la Corte Suprema. Cuando en Casa Rosada daban por hecho que el magistrado asumiría en cuestión de días, el máximo tribunal rechazó su pedido de licencia en Comodoro Py y sembró las dudas sobre su futuro.

La decisión dejó expuesta una fractura dentro del propio Poder Judicial y sorprendió especialmente porque contó con la firma del flamante ministro Manuel García Mansilla, quien se desmarcó del acuerdo político que lo llevó a la Corte junto a Lijo.

El oficialismo, que venía de semanas turbulentas tras el escándalo de la criptoestafa $LIBRA, ahora enfrenta una nueva crisis: su estrategia judicial está en jaque y la oposición peronista recupera terreno en el Senado.

El inesperado voto de García Mansilla y la fractura en la Corte

El rechazo de la licencia de Lijo contó con los votos de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Manuel García Mansilla. Este último generó sorpresa y enojo en el Gobierno, ya que hasta hace días compartía la postulación a la Corte con el juez de Comodoro Py.

Fuentes judiciales señalan que Mansilla nunca estuvo cómodo con la designación por decreto y que su postura responde a diferencias de fondo con los cuestionados métodos de Lijo en la Justicia Federal.

En la Casa Rosada, el malestar es evidente. Según operadores judiciales del oficialismo, la estrategia siempre fue "los dos o ninguno", por lo que la jugada de García Mansilla es vista como una traición o, al menos, un movimiento imprevisto que los deja sin control sobre la Corte.

¿Qué pasará con Lijo? El Senado, el último campo de batalla

El Gobierno insiste en que no retirará el pliego de Lijo y que su ingreso a la Corte dependerá de su renuncia al juzgado de Comodoro Py y de la capacidad del oficialismo para conseguir los votos en el Senado.

Pero ahí surge otro obstáculo: el peronismo vuelve a fortalecerse y no le regalará nada a Milei.

El jefe de la bancada de Unión por la Patria, José Mayans, ya anticipó que rechazarán cualquier designación por decreto y ahora, tras el escándalo $LIBRA, el kirchnerismo reflotó el pedido de juicio político contra el Presidente.

A esto se suma una larga lista de demandas del peronismo para negociar cualquier votación:

- Ampliar el número de jueces de la Corte.
- Definir el nombre del Procurador General.
- Destrabar el tratamiento de más de 150 pliegos de jueces federales.

Milei, que llegó al poder con la promesa de "terminar con la casta", ahora deberá volver al barro de la política tradicional y negociar con el peronismo más fortalecido desde su llegada al Gobierno.

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