fbpx
25
Mar, Mar

Política

Las calles hablaron. Y lo hicieron fuerte. A 49 años del golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976, una marea humana copó las plazas de todo el país para repudiar el avance del negacionismo de Estado promovido por el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel, y reafirmar una consigna que no se negocia: Memoria, Verdad y Justicia.

En Plaza de Mayo, no cabía un alfiler. El corazón simbólico de la democracia volvió a latir con fuerza en una jornada histórica que, según estimaciones de organismos de derechos humanos, superó en convocatoria al 24 de marzo de 2006, cuando se cumplieron 30 años del golpe.

Por primera vez en casi dos décadas, todas las organizaciones de derechos humanos marcharon unidas en una sola columna. Estuvieron allí Abuelas de Plaza de Mayo, Madres Línea Fundadora, HIJOS, Familiares de Desaparecidos, la APDH, entre otras. Desde el escenario montado frente a Casa Rosada, leyeron un documento consensuado con duras críticas al oficialismo.

“Tenemos la fuerza de la historia de nuestro pueblo, y por eso Milei y Villarruel pretenden negar el genocidio”, dijo Taty Almeida, con una templanza conmovedora. “¡Basta de apologismo del genocidio! ¡Basta de negar los 30 mil!”.

La respuesta llegó horas después de que el Ejecutivo nacional difundiera un video cuestionando la cifra de desaparecidos y promoviendo la vieja teoría de los “dos demonios”. Las palabras de Villarruel, negando el plan sistemático de desaparición forzada, encendieron la indignación de una sociedad que no olvida.

El documento del pueblo

El acto tuvo momentos de profunda emoción. Elia Espen, de Madres Línea Fundadora, abrió con las consignas históricas:

“¡Juicio y castigo a todos los culpables! ¡Cárcel común, perpetua y efectiva para los genocidas y sus cómplices civiles!”.

También reclamó la desclasificación de todos los archivos del Estado entre 1974 y 1983, un pedido persistente que permitiría avanzar en causas abiertas y encontrar a nietos y nietas apropiados.

Estela de Carlotto tomó la palabra para hablar del derecho a la identidad:
“La apropiación es una desaparición forzada, y se sigue cometiendo mientras no se conozca la verdad. Llevamos 139 casos resueltos. Faltan muchos, pero seguimos buscando”, dijo.

La titular de Abuelas instó a quienes tengan dudas sobre su identidad a acercarse a la institución:

“Nunca es tarde. Hay nietos y nietas que vivieron toda su vida en la mentira. Tenemos que encontrarlos a todos”.

Críticas al gobierno

El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel apuntó contra el modelo económico que impulsa Milei:

“La pobreza crece, las políticas de asistencia desaparecen, el Estado se vacía. Exigimos la derogación del DNU 70/23, la corrupta Ley Bases y el RIGI”.

Pérez Esquivel también denunció la militarización de territorios y exigió el respeto a los pueblos originarios.

Las organizaciones exigieron la renuncia inmediata de Patricia Bullrich, responsable de la represión violenta a la protesta social. Cuestionaron además el nuevo endeudamiento con el FMI:

“La deuda es con el pueblo: jubilaciones, medicamentos, salud, educación, trabajo. No con los banqueros”.

Federal y transversal

No sólo fue Buenos Aires. Córdoba, Rosario, La Plata, Tucumán, Bariloche, Mendoza, Neuquén, Río Gallegos, Trelew y decenas de ciudades replicaron la marcha. En todas, la consigna fue la misma: defender la memoria frente al intento de reescribir la historia desde el poder.

Participaron familias enteras, jóvenes, estudiantes, trabajadores, movimientos sociales, sindicatos, centros de estudiantes, la CGT y las dos CTA. La transversalidad fue total.

El 24 de marzo de 2025 quedará en la historia como el día en que la memoria popular se plantó frente a un gobierno que relativiza el terrorismo de Estado. La multitud fue clara: los 30 mil están presentes. Ahora y siempre.

Si llegaste hasta acá tomate un descanso con la mejor música