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Sáb, Abr

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Paleontólogos de la universidad de Alberta, en Canadá, han hallado un espécimen del dromeosáurido Saurornitholestes langstoni que ayudará a estudiar la evolución de los dinosaurios terópodos.

Desde hace tiempo se creía que esta especie de hace 76 millones de años estaba tan emparentada con el Velociraptor de Mongolia que algunos investigadores la llamaban Velociraptor langstoni. Pero las cosas han cambiado.

El descubrimiento lo efectuaron los paleontólogos Philip Currie y Clive Coy, de la universidad de Alberta, y David Evans, James y Louise Temerty del Museo Real de Ontario. En su investigación han encontrado que el Saurornitholestes difiere del Velociraptor en algunos aspectos. Además, se han hallado evidencias de que el linaje de dromeosáuridos de Norteamérica, y que incluye al Saurornitholestes, es distinto del linaje asiático que incluye al famoso Velociraptor.

El Saurornitholestes es un dinosaurio carnívoro emplumado que previamente se conocía solo por restos parciales. Descubierto en 2014 por Coy en el Parque Provincial de Dinosaurios, el nuevo esqueleto está notablemente completo y exquisitamente conservado, con todos los huesos (excepto para la cola) preservados en la posición que tenían en vida. La nueva investigación, que se centra en el cráneo, muestra que la forma norteamericana tiene un cráneo más corto y profundo que el del Velociraptor. En la parte delantera de la boca del cráneo, los investigadores descubrieron asimismo un diente plano con crestas largas, que se usaba probablemente para acicalar las plumas. El mismo diente se ha identificado con posterioridad en el Velociraptor y otros dromeosáuridos.

 

“Debido a su pequeño tamaño y a sus delicados huesos, los esqueletos de dinosaurios carnívoros pequeños son excepcionalmente raros en el registro fósil”, señala Evans. “El nuevo esqueleto es de lejos el más completo y el mejor conservado jamás encontrado en Norteamérica. Es una mina de oro científica”.

El estudio establece también una diferencia entre los dromeosáuridos en Norteamérica y Asia. “La nueva información anatómica que tenemos muestra claramente que los dromeosáuridos de Norteamérica son un linaje separado de los asiáticos, aunque poseen un ancestro común”, afirma Currie. “Esto cambia nuestra comprensión sobre los movimientos intercontinentales de estos animales y acabará por ayudarnos a entender su evolución”.

Trabajos futuros investigarán el resto del esqueleto así como efectuarán análisis adicionales sobre las relaciones entre los dromeosáuridos.