Si la inflación bajó al 117,8% en 2024, porque muchos argentinos sentimos que nuestros salarios rinden cada día menos ?. El gobierno nacional y los provinciales mienten o no miden correctamente ?. Aquí te explicamos todo de forma simple.
Aunque la inflación general mostró una desaceleración en 2024, muchos trabajadores sentimos que nuestros salarios no alcanzan para cubrir los gastos mensuales. Esta percepción se debe, en gran medida, al incremento desproporcionado de ciertos servicios esenciales que afectan directamente a los ingresos de las familias argentinas.
Incremento de Servicios Públicos y Esenciales:
Para comenzar a entender tenemos que recordar que durante 2024, los rubros como vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles registraron brutales aumentos que en algunos casos superaron el 460%, superando AMPLIAMENTE el promedio de la inflación general. Por ejemplo, mientras la inflación acumulada fue del 117,8%, estos servicios registraron incrementos superiores, duplicando o TRIPLICANDO su peso en el gasto de las familias. Este fenómeno implica que, aunque el índice general de precios suba a un ritmo menor, los costos de servicios básicos representan una carga cada vez mayor para los hogares.
Evolución del Salario Disponible:
El "salario disponible" se refiere al ingreso que le queda a una persona después de pagar todos los gastos fijos relacionados con la vivienda y servicios esenciales. Según un informe de la consultora Empiria, en 2024, este salario disponible disminuyó brutalmente en todos los segmentos, siendo más pronunciada la caída en los hogares de menores ingresos, donde la reducción alcanzó el 25%. Esta situación se atribuye al aumento de los gastos fijos, que crecieron a un ritmo muchisimo más acelerado que los ingresos.
Desajuste entre Salarios y Gastos:
Aunque algunos indicadores salariales muestran una recuperación, esta no es homogénea. Los trabajadores del sector público y aquellos en la informalidad experimentaron menores incrementos en sus ingresos, lo que, sumado al alza de los servicios esenciales, reduce su capacidad de compra. Además, la actualización de tarifas de servicios públicos, que según el gobierno nacional, es necesaria para corregir distorsiones económicas, incrementó el peso de estos gastos en el presupuesto familiar, afectando especialmente a los sectores más vulnerables.
El INDEC miente ?
La metodología del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para medir la inflación en Argentina hoy por hoy es cada vez menos creíble. A que se debe ?
Ponderaciones y Canasta de Consumo Desactualizada:
La canasta de bienes y servicios que utiliza el INDEC para calcular el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se basa en datos de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) de 2004/2005. Desde entonces, los patrones de consumo de los argentinos fueron cambiado radicalmente. Por ejemplo, en 2004, el gasto en telecomunicaciones era mínimo, mientras que hoy en día, servicios como internet y telefonía móvil representan una porción considerable del presupuesto familiar. Esta desactualización puede llevar a que el IPC no refleje con precisión la realidad económica actual.
Diferencias Regionales:
El INDEC calcula un IPC nacional que puede no capturar las variaciones de precios específicas de diferentes regiones del país. Por ejemplo, la inflación en la Ciudad de Buenos Aires puede diferir de la media nacional debido a particularidades locales en el consumo y en la variación de precios. Esto claramente genera críticas sobre la representatividad del IPC para reflejar las realidades económicas de todas las provincias.
Necesidad de Actualización Metodológica:
Reconociendo estas distorsiones que claramente la sociedad no valida, el INDEC anunció que planea actualizar su metodología y ampliar la cantidad de productos relevados de 320.000 a 500.000 y aumentar el número de informantes de 16.000 a 24.000, con el objetivo de reflejar de manera más precisa los patrones de consumo actuales de los argentinos. Sin embargo, la implementación de estos cambios no se ha realizado por lo que en futuras mediciones de inflación podremos observar como crece la brecha entre lo informado y lo que realmente sienten los bolsillos de las familias argentinas.
Por último es importante destacar que si continua esta metodología desconectada con la realidad de las familias argentinas es por las fuertes presiones del gobierno de Milei con el fin de sostener el relato económico.
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