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Sáb, Mar

Economía

El modelo económico implementado por la gestión de Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, comenzó a mostrar sus primeras consecuencias para el sector industrial.

Si bien las proyecciones apuntan a una estabilización de la economía, con inflación a la baja y crecimiento moderado, economistas y referentes de la industria alertan sobre el alto costo que esta estrategia podría tener en términos de desempleo y cierre de empresas.

Un modelo macroeconómico con “consistencia” pero impactos desiguales

El exministro de Economía, Martín Guzmán, opinó recientemente que el modelo económico actual "tiene consistencia macroeconómica y no implosionará". Sin embargo, advirtió que el costo será un deterioro significativo en el mercado laboral, con sectores enteros que se contraerán para sostener un crecimiento agregado moderado.

Por su parte, Javier Okseniuk, director de LCG, afirmó que la apertura económica con un dólar retrasado será un desafío para la industria nacional. “Abrir con un tipo de cambio bajo puede llevarse puestas a muchas empresas, especialmente a las menos competitivas”, señaló. Según su análisis, la importación disciplinará los precios internos, pero el ajuste recaerá sobre las empresas que operaban con márgenes elevados o eran ineficientes frente a la competencia externa.

La industria pyme, en crisis

El titular de Industriales Pyme Argentinos (IPA), Daniel Rosato, estima que unas 25.000 empresas podrían cerrar este año, dejando sin empleo a 300.000 personas. Rosato afirmó que muchas pymes comenzarán a achicarse o a importar insumos, lo que tendrá consecuencias en la generación de valor agregado local.

“Los funcionarios avanzan en esta política sin tener en cuenta las consecuencias”, lamentó Rosato, subrayando que el retraso cambiario y la apertura no consideran la necesidad de proteger a los sectores industriales.

La “administración de dilemas” como estrategia política

Para consultoras como Epyca, la apuesta del gobierno es retrasar la resolución de los problemas estructurales de la economía hasta después de las elecciones legislativas de este año. Según su análisis, la estrategia incluye:

1. Sostener el retraso cambiario para evitar presiones inflacionarias.
2. Recurrir al endeudamiento externo, ya sea con el FMI o con el sector privado, para financiar el déficit de cuenta corriente.
3. Posponer medidas estructurales, como la flexibilización del cepo cambiario, hasta lograr un contexto de menor inflación y mayor acumulación de reservas.

Sin embargo, Epyca advierte que esta estrategia es riesgosa, ya que un cambio en las expectativas o la falta de respaldo financiero podría revertir los logros alcanzados hasta el momento.

Un modelo que divide opiniones

Economistas heterodoxos que inicialmente anticipaban un estallido del modelo ahora consideran improbable este escenario. “La política económica está diseñada para evitar choques inmediatos”, señaló Guzmán. Pero esto no despeja las dudas sobre los efectos a largo plazo de un esquema que, según Vectorial, podría derivar en mayor endeudamiento y una dependencia extrema del financiamiento externo.

Estabilidad, pero con costos sociales

El modelo de MileiCaputo parece garantizar estabilidad a corto plazo, pero su impacto en la industria y el empleo plantea serios interrogantes. Con más empresas achicándose o cerrando, el ajuste recaerá en trabajadores y sectores productivos, mientras la economía general muestra crecimiento moderado y la inflación continúa en descenso.

Aunque algunos ven en la apertura económica una oportunidad para disciplinar precios y mejorar la competitividad, la pregunta central es si los costos sociales y productivos serán demasiado altos para sostener el modelo en el tiempo.

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