Un informe de la Universidad de Buenos Aires (UBA) sobre el Empleo Asalariado Informal y la Pobreza Laboral reveló cifras alarmantes: el 59% de los trabajadores informales en Argentina perciben ingresos mensuales por debajo del valor de la canasta básica de bienes y servicios.
Este dato subraya la profunda conexión entre la informalidad laboral y los niveles de pobreza en el país.
En el segundo trimestre de 2024, el salario promedio mensual de un trabajador asalariado fue de $190.000, mientras que la canasta básica de pobreza para un individuo alcanzó los $238.000. Estas cifras reflejan la pérdida de poder adquisitivo sostenida desde 2017, cuando los salarios y la canasta eran de $6.700 y $3.575, respectivamente. Así, tener un empleo ya no garantiza salir de la pobreza, especialmente en un contexto donde la tasa de informalidad sigue siendo alta y persistente.
Una Informalidad Arraigada
Desde 2008 hasta el inicio de la pandemia en 2020, la tasa de informalidad laboral se mantuvo en valores cercanos al 35%. Sin embargo, para el tercer trimestre de 2024, esta tasa subió al 36,3%. Aunque las fluctuaciones a lo largo de los años han sido mínimas, el informe destaca que la informalidad laboral continúa afectando a un segmento considerable de la población activa.
Grupos Más Vulnerables
El informe de la UBA pone el foco en dos grupos particularmente afectados por la informalidad: jóvenes y mujeres. La tasa de informalidad femenina fue del 38,9% en 2024, superando en casi 5 puntos porcentuales la tasa masculina, que se ubicó en 34,2%. A pesar de representar el 46% del empleo asalariado, las mujeres concentran el 51% de los trabajadores informales, reflejando una mayor vulnerabilidad laboral.
Por su parte, los jóvenes menores de 25 años son quienes enfrentan las mayores dificultades, con una tasa de informalidad que llega al 64%, 28 puntos porcentuales por encima del promedio general. Esto significa que 6 de cada 10 jóvenes asalariados trabajan sin acceso a derechos laborales ni cobertura de seguridad social.
Brecha por Edad
El grupo etario de entre 45 y 64 años es el que presenta la menor tasa de informalidad, con un 27,5%. Le siguen los trabajadores de entre 25 y 44 años (34,4%). Sin embargo, la situación empeora significativamente para los adultos mayores, con una tasa de informalidad del 47,9% en los mayores de 65 años (60 años en el caso de las mujeres).
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