La 30° Conferencia Industrial Argentina, organizada por la Unión Industrial Argentina (UIA), se llevó a cabo en un clima de expectativas y pedidos al Gobierno nacional, marcado por la ausencia del presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo.
A pesar de la falta de sus principales referentes, los funcionarios presentes buscaron tender puentes con el sector.
El titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, abrió su discurso con una crítica sutil pero clara: “Hubiéramos querido que vinieran”, lamentó, aunque aseguró que la ausencia no vació el evento. “Acá hay 1.100 industriales mirando su futuro, la realidad, el contexto, para tener diagnóstico”.
Reclamos y perspectivas del sector
En su intervención, Funes de Rioja insistió en la necesidad de una ley pyme y un RIGI específico para las pequeñas y medianas empresas, aunque reconoció que no será inmediato: “Todos queremos estar primeros en la lista, pero hay otros tiempos”.
Retomando palabras del ministro Caputo, el presidente de la UIA afirmó que antes de avanzar con una apertura de importaciones, es fundamental "nivelar la cancha". Según él, este terreno equilibrado debe potenciar cadenas de valor que integren industria, agro, servicios, minería y energía, aprovechando la digitalización y las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial para mejorar la productividad.
Anuncio del Gobierno: ley de promoción industrial
En representación del Ejecutivo, Juan Pazo, secretario de Coordinación de la Producción, aprovechó la conferencia para anunciar que esta misma semana enviarán al Congreso un proyecto de ley de promoción de inversiones industriales, un pedido recurrente de los empresarios desde principios de año.
“La ley contempla seis capítulos, con beneficios fiscales como amortización acelerada de bienes para el Impuesto a las Ganancias y el diferimiento del IVA”, explicó Pazo, arrancando aplausos del auditorio. Además, anticipó desgravaciones en cargas sociales que podrán compensarse con impuestos nacionales.
En el plano laboral, el proyecto también busca flexibilizar algunas condiciones, como permitir el pago de salarios en cuentas de plataformas digitales y la posibilidad de tomar vacaciones en cualquier momento del año. Estas propuestas apuntan a modernizar las relaciones laborales y adaptarlas a un entorno industrial más dinámico.
Un acercamiento necesario
El anuncio de Pazo fue bien recibido, aunque los industriales mantienen un estado de alerta frente al Gobierno. La ausencia de Milei y Caputo en un evento de tal relevancia fue interpretada como un mensaje político, pero no opacó la intención del Ejecutivo de acercarse al sector.
Por ahora, el sector industrial mira con atención los pasos que dará el Congreso para transformar este proyecto en una realidad y esperan que se traduzca en mejoras concretas para la producción y las pymes.
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