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Jue, Sep

Economía

El ministro de Economía, Luis Caputo, decidió que a partir de junio comenzará una quita gradual de subsidios en las tarifas de luz y gas para los segmentos de ingresos bajos y medios, que representan a 7 de cada 10 usuarios residenciales de Argentina. Los aumentos en las tarifas impactarán especialmente en la población más vulnerable, que pagaba en promedio solo un 5% del costo real de la energía.

Esta medida se oficializó el martes a través del Decreto 465/2024 publicado en el Boletín Oficial con la firma de Caputo. El decreto establece un período de transición que durará de junio a noviembre, con posibilidad de extenderlo seis meses más, hasta la implementación de la Canasta Básica Energética (CBE).

El nuevo esquema de subvenciones será más focalizado que el actual, que había sido implementado por el Gobierno de Alberto Fernández. La segmentación vigente contempla tres universos de usuarios: los de altos ingresos (N1), los de bajos ingresos (N2) y los de ingresos medios (N3). Actualmente, los usuarios N1 no reciben subsidios en sus boletas de energía, mientras que los N2 y N3 pagan solo el 5% del costo de la energía, con el resto cubierto por aportes del Tesoro Nacional.

Eduardo Rodríguez Chirillo, Secretario de Energía, incrementará lo que pagan los usuarios N2 y N3 por el precio de la energía. Aunque la magnitud del incremento y su impacto final no fueron precisados, el decreto indica que habrá una reducción en el bloque de consumo subsidiado de los N3, quienes actualmente reciben entre 400 kwh y 650 kwh por mes según la provincia y la estación del año.

El consumo de los N2 está subsidiado en su totalidad, sin importar la cantidad de luz o gas que utilicen. Sin embargo, se implementarán nuevos topes de consumo con asistencia estatal, pero mayor al de los N3. Además, los aumentos ya no estarán limitados al coeficiente de variación salarial (CVS), que fue del 152,7% el año pasado, en comparación con una inflación del 211,4%.

La segmentación establecida en 2022 por el Gobierno de Fernández contemplaba que la suba de tarifas para los N2 no podía superar el 40% del CVS del año anterior, y para los N3 el límite era el 80%. Este esquema buscaba evitar la superposición de otros subsidios como la tarifa social, los beneficios por zonas frías y garrafas. Se aplicarán nuevos criterios de exclusión más restrictivos, considerando la posesión de automóviles, prepagas o la compra de dólares.

Chirillo aspiraba a resolver esta situación con la implementación de la CBE, inicialmente prevista para abril, luego mayo, y ahora postergada a noviembre. Mientras tanto, se avanzará con este esquema de transición.

La hoja de ruta del Palacio de Hacienda preveía un recorte de 0,5 puntos del PBI en el gasto de subsidios a las tarifas este año, sumándose otros 0,2 puntos del PBI por el transporte del AMBA, calculando un ahorro de entre USD 2.500 y USD 3.000 millones. Sin embargo, debido al empeoramiento de la situación social, Caputo buscó una calibración diferente en el ajuste.

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