La petrolera Shell, bajo la gestión de Raizen en Argentina, aumentó un promedio del 37% en el precio de sus combustibles en las más de 600 estaciones que opera en el país.
Este incremento se suma al 15% anunciado la semana pasada, anticipando un posible ajuste en las estaciones de servicio de otras empresas del segmento minorista.
Fuentes de la compañía confirmaron que el aumento responde al movimiento del tipo de cambio oficial, que ahora se sitúa en los $800 por dólar desde este miércoles. Además, destacaron el proceso de recuperación de precios debido al atraso acumulado en lo que va del año, resultado de acuerdos llevados a cabo con la anterior gestión de gobierno.
La nafta súper en la Ciudad de Buenos Aires, bajo esta nueva disposición, alcanza un precio de referencia de $615 a partir de este miércoles, en comparación con los $449 del último viernes, acumulando un aumento del 57% en la última semana.
Se espera que otras compañías del sector sigan este movimiento en las próximas horas para evitar un desequilibrio en la demanda que pueda llevar al quiebre de stock en sus estaciones de servicio. Shell, con una participación del 23%, es la segunda red en volúmenes, precedida por YPF con casi el 55%.
El aumento de precios en los combustibles ha sido una tendencia desde las elecciones primarias, rompiendo con acuerdos previos, generando un atraso en la actualización de precios en surtidor. El tipo de cambio y la necesidad de recuperación de precios son citados como factores clave en esta decisión de ajuste por parte de Shell.
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