Aunque cayó el gasto real y se acortaron las estadías, más de 1,4 millones de turistas se movilizaron durante el fin de semana largo del 12 de octubre. CAME advierte: se viaja, pero con la calculadora en la mano.
El fin de semana largo del Día del Respeto a la Diversidad Cultural dejó en claro algo: el turismo interno sigue vivo, pero a fuerza de ajuste. Según CAME, 1.440.000 turistas se movieron entre el viernes 10 y el lunes 13 de octubre, un número apenas 2,1 % superior al de 2024. Sin embargo, el dato que no se puede esquivar es el recorte: el gasto total cayó 16,2 % en términos reales y la estadía promedio bajó de 2,4 a 2 noches.
Lejos de los récords y los discursos triunfalistas, el informe desnuda un comportamiento típico del argentino de clase media actual: no resigna el descanso, pero acota. Se viaja menos días, se eligen destinos accesibles, y se gasta con cuidado. Como señala CAME, “los turistas acortaron sus estadías, pero no dejaron de viajar”.
El gasto promedio diario fue de $91.190 por persona, y el total movilizado alcanzó los $262.627 millones, cifras que suenan grandes pero no lo son tanto si se las compara con los números previos. En 2024, con menos turistas, el desembolso había sido de $228.479 millones: más dinero en menos manos. El deterioro del poder adquisitivo explica gran parte de este fenómeno.
El feriado de octubre, en el pelotón de atrás
En lo que va de 2025, se celebraron seis fines de semana largos que movieron más de 10 millones de turistas. El feriado de octubre fue el sexto en volumen, superando apenas al del Día de la Bandera en turistas (1.440.000 vs 1.440.950), pero quedando rezagado en gasto. Por contraste, el Carnaval movilizó 2,8 millones de personas y más de $700.000 millones, y Semana Santa registró cifras similares.
Si bien el clima ayudó y las plataformas de reserva como Booking o Almundo marcaron un repunte en búsquedas desde el martes previo, no alcanzó para cambiar el panorama de fondo: los viajes de cercanía y las estadías breves dominan la escena.
Los destinos ganadores: naturaleza, cultura y escapadas express
El podio turístico fue para los destinos naturales, culturales y termales. Puerto Iguazú, Mar del Plata, Córdoba, El Chaltén, Tandil, Villa Elisa, Mendoza y la Ciudad de Buenos Aires fueron de lo más elegido.
En CABA, el feriado fue de los mejores del año: ocupación hotelera del 70 % y $25.500 millones en impacto económico. El Colón, Creamfields y el Gran Fondo porteño motorizaron el flujo.
En Córdoba, la ocupación fue del 85 % en promedio, con picos en La Cumbrecita (85 %) y Villa General Belgrano (68 %).
En Entre Ríos, Villa Elisa casi colapsa: llegó al 99 % de ocupación.
Mar del Plata superó los 100.000 visitantes, mientras Tandil alcanzó el 70 % de plazas cubiertas, con establecimientos al 100 % en algunos casos.
Chile, el otro “destino argentino”
Una postal repetida: filas interminables en los pasos fronterizos de Mendoza y Neuquén. La escapada a Chile se volvió plan de ahorro más que de placer. Con un tipo de cambio favorable y descuentos agresivos en supermercados y electrónica, miles de argentinos cruzaron la cordillera. El llamado “turismo de consumo” sigue más vigente que nunca.
FIT 2025 y la mira en el verano
Este fin de semana fue también el banco de pruebas para las campañas lanzadas en la Feria Internacional de Turismo (FIT), que reunió a 140.000 visitantes y 1.930 expositores. Provincias y operadores aprovecharon para vender anticipadamente la temporada estival. Según CAME, muchos turistas aprovecharon el feriado para no sólo descansar, sino también cerrar reservas para el verano.
El mensaje es claro: el deseo de viajar sigue ahí, aunque condicionado. El turismo argentino está lejos de sus mejores años, pero no se rinde. Y en el contexto económico que atraviesa el país, eso ya es bastante decir.
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