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Sáb, May

Ciencia y Tecnología

Un reciente estudio publicado en la revista Science ha revelado un sorprendente efecto colateral positivo del evento que acabó con los dinosaurios hace 66 millones de años

La proliferación de hongos que, alimentándose de materia orgánica muerta, permitió el surgimiento de una relación simbiótica entre hormigas y estos organismos. Este mutualismo, según el estudio, marca el inicio de la "agricultura" mucho antes de que los humanos comenzaran a domesticar plantas.

Hongos y hormigas: un vínculo ancestral

Las condiciones de poca luz provocadas por el impacto del meteorito, que llevó a la extinción masiva de especies, también favorecieron a los hongos, que encontraron en la muerte de plantas y animales un suministro inagotable de materia orgánica. Esto permitió que un ancestro de las hormigas cortadoras de hojas (del grupo Attini) comenzara a cultivar hongos como fuente de alimento, estableciendo una relación simbiótica que perdura hasta hoy.

El estudio, que analizó los genomas de 475 especies de hongos recolectados en América, utilizó elementos ultraconservados (UCE) para establecer una cronología más precisa de este mutualismo. Según André Rodrigues, coautor del estudio, el análisis permitió reducir significativamente el margen de error en la datación del surgimiento de los hongos cultivados por hormigas.

Agricultura antes que los humanos

El estudio sugiere que el cultivo de hongos por hormigas se remonta a la época inmediatamente posterior al impacto del meteorito, hace 66 millones de años. Este descubrimiento coloca a estos insectos como los primeros "agricultores" de la Tierra, millones de años antes de que los humanos comenzaran a domesticar plantas.

Además, el trabajo también identificó la aparición de otro linaje de hongos cultivados por hormigas hace unos 21 millones de años, que forman estructuras similares a corales, demostrando la diversificación de este mutualismo a lo largo de la evolución.

Evolución conjunta y diversificación

Los resultados del estudio refuerzan la hipótesis de que los hongos ya tenían una preadaptación antes de ser cultivados por hormigas. La presión ambiental causada por el impacto del meteorito puede haber convertido esta interacción en un mutualismo obligado, donde ambos organismos se volvieron dependientes entre sí para sobrevivir.

Mauricio Bacci Junior, otro coautor del estudio, explicó que este mutualismo no solo permitió a las hormigas sobrevivir a la escasez nutricional de la época, sino que también las ayudó a diversificarse cuando el bioma de la sabana del Cerrado se expandió hace 27 millones de años, dando origen a las hormigas cortadoras de hojas modernas.

Este estudio destaca la relevancia de los hongos en la evolución de estos insectos y abre la puerta a nuevas investigaciones sobre el uso de enzimas de hongos en aplicaciones biotecnológicas, como la degradación de plásticos.

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