Un equipo de astrónomos ha logrado un avance significativo al detectar el campo magnético de una galaxia situada a más de 11.000 millones de años luz de distancia, lo que significa que la luz que observamos de esta galaxia proviene de una época cuando el universo tenía apenas 2.500 millones de años.
Este hallazgo proporciona a los científicos valiosas pistas sobre cómo se originaron los campos magnéticos en galaxias, incluida nuestra propia Vía Láctea.
Los campos magnéticos son una característica común en el cosmos, presentes en planetas, estrellas y galaxias. Sin embargo, el proceso exacto de formación de estos campos magnéticos a escala galáctica ha sido un misterio para la comunidad científica. Hasta ahora, solo se habían mapeado los campos magnéticos en galaxias cercanas, lo que dejaba sin respuesta preguntas cruciales sobre su origen y desarrollo.
Utilizando el conjunto de antenas ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), un grupo de astrónomos ha logrado detectar un campo magnético completamente formado en una galaxia distante. A pesar de ser aproximadamente mil veces más débil que el campo magnético de la Tierra, se extiende a lo largo de más de 16.000 años luz y presenta una estructura similar a la observada en galaxias cercanas.
Este descubrimiento ofrece nuevas pistas sobre la rápida formación de campos magnéticos a gran escala en galaxias. La intensa formación estelar en el universo temprano podría haber desempeñado un papel crucial en este proceso. Además, estos campos magnéticos pueden influir en la formación de estrellas en generaciones posteriores.
Para llevar a cabo esta detección, el equipo observó la luz emitida por los granos de polvo en la galaxia distante. Cuando un campo magnético está presente, los granos de polvo tienden a alinearse, polarizando la luz que emiten. Esto permitió a ALMA detectar y mapear una señal polarizada proveniente de la galaxia lejana, confirmando la presencia del campo magnético.
Este avance representa un hito importante en nuestra comprensión de los campos magnéticos galácticos y proporciona una nueva ventana para explorar el funcionamiento interno de las galaxias. Con observaciones futuras de campos magnéticos en galaxias distantes, los científicos esperan desentrañar aún más los secretos de estas características cósmicas cruciales.
Fuente: ESO
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