La propuesta incluye cursos con salida laboral y herramientas para crear tu propio emprendimiento. “La idea es que salgas con más que un título”, dicen desde Producción.
Formación gratuita, articulación entre secretarías y un objetivo claro: que los vecinos salgan con herramientas reales para emprender o insertarse laboralmente. Con esa consigna, la Escuela Municipal de Oficios y Emprendimientos inició esta semana la inscripción a sus talleres 2025, con una grilla diversa que abarca desde tapicería hasta musculación.
“La idea es que te vayas formando progresivamente. Que no solo aprendas un oficio, sino también cómo emprender, cómo sostener un proyecto propio”, explicó la secretaria de Producción, Comercio e Industria, Moira Lanesán Sancho, impulsora del programa.
La oferta inicial incluye tapicería, restauración de muebles, costura creativa, electricidad domiciliaria, mantenimiento domiciliario, pastelería para principiantes, coaching, e Instagram para emprendedores. Pronto se sumarán nuevos talleres: peluquería, maquillaje, manicuría y bartender.
Las inscripciones comenzaron este lunes en la sede de Lisandro de la Torre 1070, en turnos mañana (9 a 13 hs) y tarde (16 a 19 hs). Los cupos son limitados a 40 personas por curso, y las clases comienzan la próxima semana.
Aprender en red: producción, deporte y niñez
Un punto fuerte del proyecto es su carácter interinstitucional. Desde Producción, destacan el trabajo en conjunto con la Secretaría de Deportes, que ya lanzó un curso de musculación con más de 200 inscriptos, orientado a líderes deportivos y asistentes de gimnasios.
“Estamos trabajando en equipo entre todas las áreas. Esta es una política transversal, porque los oficios y el autoempleo no tienen fronteras burocráticas”, afirmó Lanesán Sancho.
También agradeció el apoyo de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, a cargo de Julia Chalub, y de la UNPA Unidad Académica Río Gallegos, conducida por Karina Franciscovic, en tareas de articulación académica y comunitaria.
Oficios que se enlazan, comunidades que se fortalecen
El modelo de enseñanza de la Escuela apunta a una lógica de formación modular, donde los cursos pueden complementarse entre sí. “Podés empezar por pastelería, después sumar un módulo de redes sociales y aprender cómo vender lo que hacés. Esa es la lógica”, detalló una capacitadora.
En un contexto económico donde el empleo formal se reduce y el emprendimiento aparece como alternativa, esta política local recupera el rol del Estado como formador y facilitador, ofreciendo no solo aprendizaje técnico, sino también acompañamiento en el proceso emprendedor.
“Queremos que la gente no solo se lleve un curso bajo el brazo, sino una idea, una red y un proyecto posible”, cerró Lanesán Sancho.
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