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Sáb, Mar

Economía

El 2024 fue un año difícil para Rigolleau, una de las principales fábricas de vidrio en Argentina. La empresa, con más de 100 años de historia, cerró su balance con una pérdida de $1.978 millones, una cifra alarmante si se compara con los $720 millones de ganancia en 2023.

Las razones detrás del desplome son claras: caída del consumo, derrumbe de la actividad industrial y un aumento en los costos de producción. Frente a este panorama, la compañía redujo su plantel laboral, reconfiguró su estructura y ajustó su modelo de negocios para enfrentar el difícil contexto económico generado por las políticas económicas de Javier Milei.

Expectativas para 2025: cautela y reconfiguración

De cara al futuro, Rigolleau se muestra ligeramente optimista. En su balance, la empresa proyecta que una eventual estabilización económica, la baja en las tasas de interés y una inflación más controlada podrían ayudar a recuperar parte del terreno perdido.

El futuro de la empresa depende de cómo evolucione el consumo interno, ya que esto es fundamental para que sus productos tengan más demanda. Sin embargo, la empresa señala que la competencia de productos importados seguirá siendo una amenaza para la industria nacional. Estos dos puntos parecen contradictorios, ya que el gobierno libertario está facilitando cada vez más la entrada de bienes del exterior, y mientras las familias argentinas no mejoren sus salarios, el crecimiento del consumo será solo un recuerdo de tiempos pasados.

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