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Lun, Mar

Economía

El Ministerio de Economía, encabezado por Luis Caputo, anunció recientemente un superávit fiscal cercano a los $2 billones en los primeros nueve meses de 2024. Sin embargo, lo que a primera vista parece ser una mejora notable en las cuentas públicas, esconde una maniobra que algunos economistas no dudan en calificar de "dibujo contable".

Al omitir el registro de intereses generados por las Letras Capitalizables (Lecaps), el Gobierno disimula un déficit real de $3,32 billones, encendiendo alarmas sobre la transparencia y sostenibilidad de las finanzas públicas.

El "dibujo" fiscal que todos los gobiernos practican

En el mundo de las finanzas públicas, es habitual que los gobiernos ajusten sus cuentas para mostrar una situación más favorable. Este "dibujo" es una práctica conocida, y la gestión de Javier Milei no es una excepción. Pero, según Martín Polo, economista de Cohen Aliados Financieros, este ajuste contable tiene un peso considerable en la economía argentina: “Los intereses de las Lecaps te tiran 1,8% del PBI abajo de la línea”, señaló en declaraciones a Ámbito. Si esos intereses se hubieran registrado, el déficit financiero hubiera sido evidente en varios meses del año.

De hecho, el Gobierno solo reportó déficit en julio, cuando la situación era insostenible. Pero si no hubiera recurrido a instrumentos capitalizables, como las Lecaps, también habrían mostrado números rojos en marzo, agosto y septiembre, según cálculos de economistas independientes.

La “licuación” de la deuda: una realidad maquillada

Martín Kalos, de la consultora Epyca, también cuestiona el optimismo oficial, aunque señala que el Gobierno podría estar en condiciones de cumplir con los pagos de la deuda este año y el próximo. Lo que Kalos critica es la declaración de funcionarios que afirman haber reducido la deuda en un 30%. "Lo que hicieron fue licuar la deuda en un 30%. Pagaron intereses muy por debajo de lo que subió la inflación", explicó Kalos. Esta estrategia afectó a bancos, aseguradoras y otros actores financieros que poseen bonos, cuyos rendimientos no se ajustaron de acuerdo al ritmo inflacionario.

La maniobra fue tan efectiva que el propio secretario de Finanzas, Pablo Quirno, defendió la política argumentando que la deuda bruta del Tesoro se redujo en el equivalente a u$s46.618 millones. No obstante, expertos advierten que esta supuesta "reducción" es producto de una inflación que ha pulverizado los intereses que el Estado debía pagar.

La "bomba de Lecaps" y el déficit que desapareció por arte de magia

Carlos Rodríguez, economista liberal y crítico del actual gobierno, ha sido uno de los más duros al evaluar esta situación. A través de la red social X (ex Twitter), Rodríguez denunció lo que considera una "bomba de Lecaps". Según él, lo que antes se contabilizaba como déficit cuasifiscal en el Banco Central ahora fue transferido al Tesoro, a través de las Lecaps, y mágicamente dejó de formar parte del déficit. "Es una simple chantada", disparó, afirmando que la maniobra no resuelve el problema de fondo y solo contribuye a perder credibilidad frente a los mercados.

El economista expuso que, aunque técnicamente la deuda cuasifiscal dejó de figurar en las cuentas del Banco Central, esto no implica que haya desaparecido: "Solo lo pasaron de un lado al otro", concluyó.

El plan de financiamiento 2025: más deuda a la vista

Pese a las críticas, el Gobierno se mantiene firme en su estrategia. Según un informe de la Asociación Argentina del Presupuesto y las Finanzas Públicas (ASAP), el plan financiero para 2025 prevé la emisión de deuda por unos u$s144.000 millones, con el fin de refinanciar compromisos por u$s142.000 millones. A pesar del optimismo de algunos sectores oficialistas, este esquema de endeudamiento plantea serias dudas sobre la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas.

Conclusión

El ajuste contable presentado por Caputo da un alivio momentáneo en las cuentas públicas, pero los economistas coinciden en que se trata de una estrategia arriesgada que podría tener serias consecuencias a mediano plazo. La licuación de la deuda y el ocultamiento del déficit real a través de instrumentos como las Lecaps generan desconfianza entre los actores del mercado. A medida que se acercan los vencimientos de la deuda en 2025, la presión sobre las finanzas del país sigue en aumento.

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