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Sáb, Jul

Economía

La lucha contra la inflación es una prioridad para muchos gobiernos del mundo, por ello es crucial recordar que la estabilidad de los precios no siempre se traduce en bienestar económico y social.

La gestión de Javier Milei desde que asumió en el poder ejecutivo de Argentina se destaca por su intención de controlar la inflación y es uno de sus pilares fundamentales de su política económica. Sin embargo, este enfoque puede ser insuficiente y potencialmente engañoso si no se considera el panorama completo de la economía y el bienestar social.

Ejemplos de Países con Inflación Baja y Alta Pobreza

Casos como los de Honduras, El Salvador y Guatemala muestran que la inflación baja no necesariamente mejora las condiciones de vida de la población. Estos países, a pesar de mantener tasas de inflación moderadas (entre 2% y 5%), enfrentan niveles alarmantes de pobreza y conflictividad social. En Honduras, más del 60% de la población vive en la pobreza, mientras que en El Salvador y Guatemala las cifras alcanzan aproximadamente el 30% y el 59%, respectivamente.

Factores Contribuyentes

1. Desigualdad Económica: La desigual distribución de la riqueza perpetúa la pobreza, incluso cuando la inflación está bajo control. La estabilidad de precios no beneficia a la mayoría si los recursos y las oportunidades están concentrados en manos de unos pocos.

2. Desempleo y Empleo Informal: Altas tasas de desempleo y un sector informal predominante son características comunes en estos países. La falta de empleo formal y bien remunerado deja a muchas familias atrapadas en la pobreza.

3. Corrupción: La corrupción endémica desvía recursos públicos que podrían utilizarse para programas sociales y de desarrollo, empeorando la situación de los más vulnerables.

4. Servicios Públicos Inadecuados: Sin acceso adecuado a servicios esenciales como salud, educación y vivienda, la población sigue enfrentando dificultades significativas, independientemente de la inflación baja.

5. Inestabilidad Política y Criminalidad: La inestabilidad política y los altos niveles de violencia y criminalidad desalientan la inversión y el desarrollo económico, perpetuando un ciclo de pobreza y conflicto.

El Error en el Enfoque de Milei

Javier Milei, al centrarse únicamente en la inflación, ignora estos factores críticos que afectan el bienestar económico y social. La experiencia de los países mencionados demuestra que la baja inflación no es una solución mágica para todos los problemas económicos. Para realmente mejorar la calidad de vida, es necesario un enfoque más integral que aborde la desigualdad, el desempleo, la corrupción y la provisión de servicios públicos.

En definitiva la política económica de Javier Milei, enfocada principalmente en controlar la inflación, no reconoce la complejidad del desarrollo económico y social que atraviesa la república. La evidencia empírica de países con baja inflación y alta pobreza muestra que se necesita una estrategia más razonable y que aborde múltiples factores. Sin abordar los problemas subyacentes de desigualdad, desempleo, corrupción y servicios públicos deficientes, la estabilidad de precios por sí sola no traerá el bienestar que los argentinos necesitan.

Solo cuando las políticas económicas consideren y abarquen estos factores se podrá lograr un desarrollo sostenible y equitativo para cada uno de los habitantes del país.

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