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Jue, May

Economía

Según se detalla en el estudio del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía, esta situación “fue el costo de haber cambiado la orientación económica en diciembre de 2015”, que había permitido elevar el salario promedio mensual de los trabajadores de 122.714 pesos en 2003 a 202.623 pesos en 2015.

Los trabajadores deberían haber ganado alrededor de 40.000 pesos mensuales extra desde diciembre de 2015 si se hubieran sostenido los niveles salariales con los que finalizó el período kirchnerista.

Según se detalla en el estudio del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía, esta situación “fue el costo de haber cambiado la orientación económica en diciembre de 2015”, que había permitido elevar el salario promedio mensual de los trabajadores de 122.714 pesos en 2003 a 202.623 pesos en 2015, siempre en pesos constantes, es decir actuales, mientras que en la actualidad descendieron a 161.866 pesos.

El estudio corresponde al Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía, realizado por economistas de la Universidad Nacional de Rosario, y está basado en cifras relevadas en fuentes del Ministerio de Economía y el de Trabajo, así como también del INDEC y otras dependencias provinciales de estadísticas y censos.

En relación a la caída producida por cada uno de los gobiernos que continuaron al kircherismo, economistas del Centro CIFRA de la CTA plantearon en su último Informe de Coyuntura que el grueso se produjo durante el período macrista, aunque una parte corresponde también al Frente de Todos. Señalaron que “la política de ingresos moderada” del gobierno en materia salarial llevó a que en comparación con el cuarto trimestre de 2019, los salarios reales de los trabajadores registrados se redujeran un 2,1 por ciento en el segundo trimestre de 2022, mientras que en el caso de los trabajadores no registrados la caída se extendió al 3,4 por ciento, con lo que “no se revierte la caída del salario real que se verificó a partir del primer trimestre de 2018”.

A su vez, un informe publicado por el Observatorio Económico Regional Urbano (OERU) de la Universidad de Cuyo, detalló que los salarios registrados cayeron este año en el acumulado en términos reales hasta agosto un 3,1 por ciento, mientras que los no registrados, es decir cerca del 33 por ciento de la masa laboral, presentaron una caída del 9,9 por ciento, “manteniendo su tendencia decreciente”.

De acuerdo al Mirador, ”la elevada inflación es la razón principal para explicar la vulnerable situación de los ingresos de las mayorías en un contexto de bajo desempleo y crecimiento económico”, una conclusión similar a la esbozada por los economistas del Centro CIFRA, que plantearon que “la aceleración del proceso inflacionario anuló la posibilidad de que se recuperen los salarios reales”, aunque agregaron como otra de las causas la política de ingresos del gobierno, reflejada por ejemplo en las bajas actualizaciones del salario mínimo y de los empleados públicos durante los últimos años.

A diferencia de lo sucedido durante parte del gobierno macrista y de otras etapas de la vida económica argentina, la caída salarial no se explica por una recesión que arrastró en su conjunto a las empresas, sino que por el contrario, lo que se efectuó fue una transferencia de recursos desde los trabajadores hacia los empresarios. Según CIFRA, la reducción del salario real produjo una significativa caída de la participación de los asalariados en el ingreso a partir de 2018 y se profundizó a partir de 2021 por el aumento de la productividad, es decir por mayor producción de bienes y servicios con salarios más bajos.

En este sentido, plantean que comparando los primeros trimestres de cada año, entre 2017 y 2022 la caída de la remuneración al trabajo asalariado fue del 54,3 por ciento al 46,9 por ciento del valor agregado, es decir una caída de 7,4 puntos porcentuales, de los cuales cerca de la mitad se perdió durante el actual gobierno.

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