La semana pasada, las federaciones que representan a los trabajadores docentes y no docentes de las 61 universidades nacionales llevaron a cabo un paro general el jueves, que en varias instituciones se extendió por 48 y hasta 72 horas.
El acatamiento fue total, según aseguran los gremios. Este miércoles habrá otro paro y se espera una nueva marcha federal que promete ser aún más contundente.
El reclamo se centra en la defensa de la universidad pública y en la lucha por salarios dignos para cerca de 200 mil docentes y 50 mil no docentes. Desde la asunción del actual gobierno, los salarios han perdido más de 50 puntos porcentuales en relación con la inflación. Los gremios denuncian que la caída de los haberes, que ya perforaron la línea de indigencia, ha obligado a muchos docentes a abandonar sus puestos para orientarse hacia la enseñanza media, donde las remuneraciones, por primera vez en la historia, son superiores.
Según los sindicatos, la política de asfixia salarial apunta a un vaciamiento de las casas de estudio y podría derivar en un arancelamiento que afectaría a dos millones de estudiantes en todo el país.
Antecedentes de movilización y reclamos insatisfechos
El pasado 23 de abril se realizó la primera movilización universitaria que logró la adhesión activa de más de 1,5 millones de personas en todo el país. La acción sirvió para que el gobierno liberara fondos para el funcionamiento de las universidades, aunque de manera insuficiente y discrecional. Estas partidas representan apenas el 8% del presupuesto total, mientras que el 92% restante corresponde a las remuneraciones de los trabajadores.
Esa marcha fue un duro golpe para el gobierno, al evidenciar que gran parte de su base electoral rompió activamente con el programa libertario. Ahora se espera una nueva movilización que podría canalizar el malestar general de la población.
Rechazo a la propuesta salarial y acusaciones de chantaje
Consciente de la situación, el gobierno convocó el jueves a una paritaria notificando a los gremios con solo tres horas de anticipación. Allí ofreció un aumento del 5,8% para octubre, que los sindicatos rechazaron de forma unánime, calificándolo de insuficiente al representar apenas el 10% del reclamo salarial.
El Ministerio de Capital Humano emitió un comunicado señalando que su propuesta "habría llevado sus ingresos a niveles equivalentes" a los del resto de los empleados públicos nacionales. Los gremios consideraron esta actitud como un "chantaje" para intentar desmontar la movilización, generando aún más indignación entre los trabajadores.
Voces de los dirigentes sindicales
Carlos De Feo, secretario general de CONADU, expresó: "La movilización va a ser muy importante. Nos convocaron con tres horas de anticipación a la reunión en la que hicieron una oferta que dicen que es histórica, pero representa apenas el 10% de la deuda que ellos mismos reconocieron cuando señalaron que hay casi un 70% de atraso salarial".
Por su parte, Antonio Roselló, secretario de Organización de CONADU Histórica, afirmó: "Fue otra falsa paritaria. Una maniobra para desbaratar el paro y, sobre todo, la gran marcha federal. Ofrecieron una décima parte de lo que nos robó el gobierno desde que asumió".
Roselló agregó que "la miserable oferta salarial es para vaciar la universidad de estudiantes y docentes que vienen renunciando porque ni siquiera pueden asistir. En la reunión ratificaron que van a vetar la ley de financiamiento universitario y el presupuesto 2025 que plantea más ajuste. No podemos más que rechazar, reafirmar el paro y preparar una marcha aún más masiva con todo el pueblo trabajador".
Un llamado a la movilización masiva
Desde los sectores no docentes, Jorge Anró, secretario adjunto de FATUN, señaló: "Saldremos a la calle porque, más allá de los reclamos sectoriales, defendemos un modelo de universidad que el país necesita para crecer y desarrollarse. Por eso esperamos que acompañe el conjunto del pueblo".
Vanina Biasi, ex delegada general de APUBA en la Facultad de Ciencias Sociales y diputada nacional por el FIT-PO, subrayó: "Es importante tener en cuenta que los salarios docentes y no docentes cayeron el doble que los de los estatales nacionales. Milei pagó el aumento de los gastos de funcionamiento de las universidades con nuestros salarios. La marcha del 2 debe ser un peldaño de una lucha general por el aumento real de presupuesto y de salarios y para derrotar de conjunto a Milei y su plan de guerra contra jubilados, mujeres, diversidades y trabajadores en general".
Anró añadió: "La actitud que tiene el gobierno implica no solo ajustar el presente sino condenar el futuro de todos los habitantes de este país. Por eso esperamos una movilización tan masiva como la histórica del 23 de abril y podamos demostrarle al gobierno qué es lo que piensa el pueblo argentino. Tenemos una universidad con gran prestigio internacional. No la quieren porque, para imponer su modelo de país, no les sirve un pueblo pensante que tenga la posibilidad de darles la discusión".
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