Luego de la histórica movilización antifascista y antirracista, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner se pronunció en su cuenta de X (antes Twitter) con un análisis profundo sobre el impacto político y social de la marcha.
A diferencia de otras críticas a Javier Milei, esta vez CFK no solo apuntó a la ideología del gobierno, sino que hizo eje en los deseos y aspiraciones del pueblo argentino. Según la exmandataria, las dos movilizaciones más grandes en lo que va de la gestión libertaria –la Marcha Federal Universitaria y la Marcha del Orgullo Antifascista– reflejan algo mucho más profundo que una simple oposición política:
"DERECHO A LA PROSPERIDAD Y A LA FELICIDAD SON LOS LÍMITES que Milei no solo no podrá violar, sino a los que, además, deberá dar respuesta más temprano que tarde".
La educación como barrera al ajuste
En su mensaje, Cristina destacó que la primera gran movilización contra Milei fue la de las universidades públicas, ante el intento de desfinanciarlas y recortar su acceso. Según CFK, esta protesta no fue meramente ideológica, sino que reflejó el deseo de ascenso social de miles de argentinos que ven en la educación un camino de crecimiento.
"Milei chocó con el sueño de los argentinos que nosotros los peronistas definimos como movilidad social ascendente", sostuvo.
El avance del gobierno contra la educación pública y gratuita se topó con una resistencia transversal, desde sectores estudiantiles hasta familias trabajadoras que ven en la universidad una herramienta de progreso.
El derecho a la felicidad, otro límite para Milei
La ex presidenta también analizó el impacto de la Marcha Antifascista y Antirracista, que si bien nació como un rechazo al discurso de odio de Milei en Davos, terminó representando un sentimiento mucho más amplio.
"La deshumanización expresada por Milei, al desconocer que los sentimientos no tienen género, galvanizó en el deseo y el DERECHO A LA FELICIDAD".
La respuesta de la sociedad fue masiva, con una movilización que desbordó los reclamos de la comunidad LGBTIQ+ para incluir también a otros sectores atacados por la retórica oficialista: jubilados, trabajadores, migrantes y personas en situación de vulnerabilidad.
Un mensaje directo al gobierno
Cristina no solo analizó las protestas, sino que lanzó una advertencia directa a Milei:
"Prosperidad y felicidad son los límites".
Esto plantea un nuevo desafío para el gobierno libertario, que hasta ahora minimizó el impacto de las protestas y se apoyó en el respaldo electoral obtenido en 2023. Sin embargo, si el malestar sigue creciendo y las calles continúan expresándose, la legitimidad política de Milei podría empezar a tambalear.
Desde su asunción, el presidente ha apostado a una estrategia de confrontación permanente, sin medir el impacto emocional y social de sus políticas. Cristina Kirchner sugiere que esa falta de sensibilidad podría ser su mayor error político.
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