A partir del 1 de julio, los precios de las naftas y el gasoil registrarán un aumento significativo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). La nafta súper subirá de $905 a alrededor de $941 por litro, mientras que el gasoil incrementará su precio de $941 a cerca de $980 por litro.
Este ajuste responde a varios factores: un incremento parcial del 1% en los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), una devaluación mensual del 2% del dólar y el último ajuste en el precio de los biocombustibles autorizado por la Secretaría de Energía. Según fuentes de una petrolera consultadas por Noticias Argentinas, estos factores provocarán una variación en los precios de entre el 3% y 4%.
A finales de la semana pasada, el Gobierno decidió posponer una actualización mayor de los tributos sobre los combustibles para evitar un impacto significativo en la inflación, al igual que se dispuso para las tarifas energéticas. Esta medida evitó que se aplique un ajuste del 115% en la carga impositiva sobre la nafta y el gasoil, lo que hubiera derivado en una suba del 18% en los surtidores, según estimaciones privadas.
El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, informó que la actualización del 7% pasó al 26%, equivalente a un incremento de $140 por litro en naftas y un impacto de US$3.000 millones por año. Desde enero hasta junio, los precios de los combustibles han acumulado un alza del 63,65% en promedio.
En medio de estas actualizaciones, la consultora Politikon Chaco reveló, basándose en datos de Energía, que durante mayo de 2024 se confirmó un escenario de baja en las ventas de combustible al público en todo el país. Se comercializaron unos 1.406.758 metros cúbicos de combustible, entre naftas y gasoil, lo que representó un retroceso del 8% respecto a mayo de 2023, siendo el sexto mes consecutivo con descensos. Sin embargo, en comparación con abril de 2024, las ventas mostraron un repunte del 8,5%.
Si llegaste hasta acá tomate un descanso con la mejor música